"INCUBANDO", fotografías de Javier Sambruno

Con este sugestivo titulo, podemos contemplar desde el pasado día dos de junio la exposición de fotografías de Javi Sambruno en la Sala de la Torre del Agua.

Javi nos muestra una galería de personajes netamente habaneros, captados en el color de la tarde, o así al menos queremos imaginarlo por que nos gusta, alejado de la estridencia del color.

Javi es fotógrafo espiritual. ¡ Pero no os asustéis !, que no vamos a filosofar. Nosotros hacemos una clasificación de los fotógrafos que conocemos, los hay técnicos, instantáneos, abstractos, descontentos, coloristas, monocromáticos, barítonos, pragmáticos, academicistas, etc, etc.

Pues Javi entra en la categoría de los fotógrafos de Almas, y diréis a estos se les ha ido la pinza, pues no, hay fotógrafos que se dejan seducir por los personajes que captan con su cámara profundizando en el interior de dichos personajes y en la mayoría de las ocasiones se olvidan de la mismísima fotografía que pasa a un segundo plano.

En definitiva una buena oportunidad para dejarnos seducir por el ambiente siempre sorprendente y personal de la Habana.

Os dejamos este bello poema de Rafaela Chacón Nardi y con algunas de las fotografías que podréis contemplar en la Torre del Agua.

Poema a Cuba desde lejos.

Puro como las flores del coral más antiguo

o un espejo de conchas entre la arena virgen,

el transparente verde de tu raíz marina

crece y se mueve al aire

tranquilo del verano.

¿Qué manos invisibles,

que dedos de agua y cielo

trenzan tu cabellera a la orilla del alba?

¿Quién da al temblor pequeño

que crece entre la espuma

breve columna tenue de plata o de rocío?

Lentas llamas descienden

a quemar tus arenas

donde se pierde el agua y toda luz se quiebra.

Mar de tierra,

peñasco que las olas dibujan,

rosa del mar isleño,

tierra de las gaviotas.

Imagen tuya erguida

desde una tibia música

como el rumor lejano de playas olvidadas.

Me naces de repente

en la alta luz herida

que entrega al alba el cobre

de tu color trigueño.

Olvido la distancia y sueño que te habito.

Me llegas en la llama

y en la flor y en el viento.

Mi corazón te ciñe

de amor cada mañana,

patria de las espumas,

tierra pequeña y tibia.