Bueno ahora en serio, esta pequeña muestra forma parte de una colección de alrededor de treinta fotografías que se realizaron para una exposición muy determinada y algo especial, en ella colaboraron desinteresadamente amigas de Lola, que en todo momento y sin ser profesionales posaron como tales.
Lola juega con el cuerpo y el volumen buscando escenarios de color que le confieren otra dimensión, los motivos parecen flotar en esos mismos colores sicodelicos.
Un ejercicio de surrealismo y abstracción, cuestión de sensibilidad femenina.
Hoy seguro que no me castiga.
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